Situada en la parte norte de la localidad, sobre una elevada plazoleta de la calle Hornos, se levanta esta iglesia de estilo mudéjar, de una sola nave y de planta rectangular. En su interior destaca el magnífico artesonado con que se cubre, creado en 1558 por Baltasar de la Hoya, junto con un artístico retablo firmado, entre otros, por Dionisio de Ávila. La torre, a los pies de la iglesia, está formada por dos cuerpos de ladrillo más otro donde se ubican las campanas, que aparece coronado por un chapitel de hierro de estilo neogótico. Al exterior tiene dos portadas, la más interesante la de la fachada lateral, abierta a la explanada de la plaza, donde presenta un cuerpo de ladrillo visto con un hueco acabado en arco de medio punto.